Está muy extendida la teoría de que los vieneses son muy vagos. Todo lo que les queda a más de tres o cuatro estaciones de metro, está muy lejos, pero yo esto no lo descubrí hasta que llegué aquí y vi que, un trayecto de 10 minutos en metro se les antojaba un viaje demasiado largo.
La verdad es que Viena es una ciudad grande, pero casi todos los lugares de interés cultural, de compras o de salir de fiesta están dentro del Gürtel, el segundo anillo que rodea la ciudad. De ahí para afuera, lo que hay son areas básicamente residenciales. Así, desde el Gürtel al centro (lo que sería Stephansdom) hay entre 2 y 8 estaciones de metro, no más. Y lo más curioso de todo, es que son paradas que están MUY cerca las unas de las otras. Por ejemplo, si estás en la parada de metro de Westbahnhof y miras hacia delante, ves la siguiente estación, Zieglergasse, delante. En la calle.
O desde Rathaus ves la de Volkstheater… desde el andén! Aquí os muestro la foto, por si no me creeis:
La definición de la imagen no es muy buena, pero si os fijáis, el tren que se ve a lo lejos está parado, en la estación anterior.
Mi teoría es que hace tanto frío en invierno que andar por la calle es bastante desagradable, así que decidieron construir la estaciones cerquita las unas de las otras para que la gente no tenga que andar mucho.
Son encantadores los vieneses.
Un saludo