Hoy os voy a hablar de otra parte de Viena, una que quizá no tenga un interés aparente, pero que puede ser un lugar mágico. Este sitio es un puerto en el Danubio, el puerto Albern. Normalmente los puertos no son lugares ni bonitos ni acogedores, y el Alberner Hafen no es una excepción. Pero pasear a pie o en bicicleta por sus largos caminos junto al río te transporta a una especie de paisaje de película de ciencia ficción, una opción perfecta para pasar un domingo viendo algo diferente.
Precisamente aquí se suelen rodar muchos videoclips o escenas de películas, ya que es un espacio enorme, donde cinco grandes silos con capacidad de 90.000 toneladas albergan grano y donde grandes barcos traen y se llevan materiales de construcción, materiales agrícolas y productos de acero.
En este puerto construido en 1941, podréis encontrar también gigantescas obras de arte, como el graffiti del famoso artista urbano italiano Blu, una creación de la que los vieneses están muy contentos de tener en su ciudad.
En esta zona industrial llena de fábricas, encontraréis también un recinto que vale la pena visitar: el Friedhof der Namenlosen, que en español sería el «cementerio de los sin nombre», del cual ya os he hablado en otras ocasiones. Éste es un pequeño camposanto donde están enterrrados los cuerpos de personas que fallecieron ahogadas en el Danubio y de las cuales nunca se llegó a identificar los cuerpos. Los cadáveres llegaban arrastrados corriente abajo hasta el puerto Albern, así que se decidió construir un cementerio ahí para poder dar sepultura a los cuerpos que aparecían.
Así que ya véis, parece que no siempre las zonas industriales son lugares carentes de interés!
El Alberner Hafen está en el distrito 11 de Viena y se puede llegarcon el autobús 76A, estación Alberner Hafen o si no en bicicleta o en coche.