Por si alguna vez os lo habíais preguntado, la raza de los preciosos caballos blancos que son entrenados en la Escuela Española de equitación de Viena es la llamada raza Lipizzana.
El lipizzano figura entre las razas de caballo más antiguas del mundo y son caballos conocidos por tener un carácter bondadoso y alegre, los cuales necesitan mucha atención y le cogen mucho cariño a su dueño o entrenador. Por su paso armónico, su longevidad y su capacidad de aprender, es el caballo más adecuado para las escuelas de adiestramiento del alto nivel.
Tiene una altura de entre 155 y 160 cm, se parecen bastante a los caballos de Pura Raza española y, aunque siempre se relaciona a los lipizzanos con el color blanco, no siempre son de ese color. Los lipizzanos pueden ser también de color gris oscuro, negro o marrón oscuro. Lo que sí es verdad es que todos nacen muy oscuros y al crecer su piel se vuelve cada vez más clara. Unos se vuelven blancos a la edad de tres o cuatro años y otros con más de quince años.
Son caballos que provienen de Lipica (pronunciado Lipitza), en Eslovenia, pero como en el siglo XVI las tierras eslovenas pertenecían a la monarquía austriaca de los Habsburgo, se dice que los caballos pertenecen también a Viena.
El archiduque austriaco Carlos II (no confundir con Carlos II el Hechizado, rey de España) compró en 1580 el pueblo de Lipica con sus alrededores y empezó con la cría de estos caballos de primera clase.
La Escuela Española de Equitación de Viena, el porqué de su nombre
La escuela de equitación que inauguraron en Viena para adiestrar a estos caballos fue llamada Escuela Española de Equitación de Viena, y eso es porqué los caballos que fundaron la raza Lipizzana eran caballos españoles. Estos se adiestraban en este picadero barroco vienés, considerado el más bonito del mundo, construido para ofrecer clases de equitación a los aristócratas.
A lo largo de los años, debido a las guerras en la región del Carso, los caballos de Lipizza fueron trasladados a otros lugares del Imperio austrohúngaro, pero siempre regresaron a su pueblo natal. Sin embargo, después de la Segunda Guerra Mundial, el rebaño de caballos lipizzanos fue repartido: la mitad de ellos fue trasladada a Italia y la otra mitad a Austria. Los Lipizzanos fueron reubicados en Wimsbach, en la Alta Austria, en una zona segura lejos de la influencia rusa. Y después de la guerra, pudieron por fin, regresar a Viena en el otoño de 1955.
En este video podeis apreciar la majestuosidad de los lipizzanos
Así que ya sabéis, si estáis por el distrito 1, pasad a echar un vistazo por las caballerizas, en Michaelerplatz 1. Son todo un espectáculo.