El asiento caliente del tram

Ahí debajo está la estufa

Hoy os voy a contar un secreto que pocos visitantes de Viena conocen: en el tranvía hay dos asientos que son mucho mejores que los demás. Son los asientos calientes. En esos días de frío intenso en los que no para de nevar y hace un viento casi huracanado, la lucha en el tranvía por conseguir cualquiera de estos dos lugares es atroz. Están situados en la tercera fila a mano derecha empezando por delante y a mano izquierda al final del vagón, justo después de la última puerta. Todos los autóctonos lo saben y, si uno de esos lugares está libre, corren a sentarse ahí. Pero ahora os estaréis preguntando porque estos puestos son más calientes, no? Pues es porque tienen una estufa debajo.
Los tranvías vieneses son máquinas muy antiguas, por lo que su sistema de calefacción está bastante anticuado. De hecho, debajo del asiento siguiente hay una caja metálica con arena tipo arena de gato dentro. Esa arena se usa para echarla por el pasillo del tram los días de nieve o lluvia para que la gente no se resbale en el suelo tan mojado y lleno de barro.
Así, en el tranvía, si te sientas lejos de la estufa pasas frío y, si te sientas justo encima, te quemas el culo. Pero os puedo asegurar que a -10ºC fuera, apetece mucho quemarse.

1 Response

  1. Maia dice:

    Lo abordamos frente al Rathaus y nos costó bastante bajarnos justamente por lo confortable que es viajar con semejante temperatura mientras fuera está nevado

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