La plaza Freyung (el nombre de la cual tiene su origen en la antigua palabra alemana Frey, que significa «libre») es uno de los puntos con más interés de Viena debido al lujo que se respira en ella. Originalmente estaba fuera de las murallas romanas de Vindobona y en el siglo XII los monjes irlandeses llegaron por invitación del duque Enrique II de Austria para construir un monasterio y la Schottenkirche, la iglesia irlandesa. Dado que el Palacio Imperial del Hofburg no estaba lejos, en los siglos XVII y XVIII muchos aristócratas establecieron sus residencias en la plaza, así como en la vecina Herrengasse. En ella encontraréis residencias como el Palais Hardegg, Palais Harrach, Palais Kinsky, Palais Lamberg, Palais Ferstel…
Si visitáis Viena en invierno o por pascua, no dejéis de ir al mercado que instalan cada año en la plaza desde 1772. Por otra parte, la fuente de Austria-Brunnen, erigida en 1844 en honor del emperador Fernando I de Austria, se encuentra en medio de la plaza.
Pero, para mí, sobretodo es bonito el Freyung Passage (el que veis en la foto) que es un pasaje con tiendas y restaurantes. Es realmente un tesoro escondido. Le llaman Freyung Passage o Ferstel Passage porque fue construido por el arquitecto austriaco Heinrich von Ferstel en 1860. Sus paredes, su techo abovedado y sus pilastras son de mármol y en él hay cafeterías y tiendas de lujo. El pasaje conduce a un pequeño patio interior cubierto por una cúpula de cristal hexagonal donde una fuente de seis metros de altura, también diseñada por Ferstel, ocupa el centro del patio.
Pasear por la plaza y el passage es como volver a la época imperial vienesa, no dejéis de hacerlo! Además, está en el centro de la ciudad, a 5 min. de la catedral.