Ferdinand Georg Waldmüller (Viena, 1793 – Hinterbrühl, 1865) fue uno de los pintores austriacos más importantes de la época Biedermeier. Estudió en la Academia de Bellas Artes de Viena, pero fue básicamente un estudiante autodidacta ya que nunca estuvo muy de acuerdo con el academicismo de la escuela. Estudiaba por su cuenta las pinturas de grandes maestros y copiaba sus obras y durante sus estudios se ganó la vida pintando retratos. Pero, a pesar de que serían los retratos los que lo llevarían a la fama, no fueron estos la pasión de su vida. Waldmüller estaba obsesionado con la representación del paisaje y con la representación de la vida cotidiana rural, donde se escondía una crítica social que acabaría influenciado a toda una generación de artistas.
Fue un crítico acérrimo de la pintura académica y escribió varios libros sobre su manera de ver la pintura, que se basaba sobretodo en su amor por el detalle y en el estudio detenido de la naturaleza como base de la pintura. Waldmüller, en resumen, estaba muy por delante de su tiempo. Y al ser un defensor de la observación natural y de la pintura al aire libre se convirtió en el representante más importante del estilo Biedermeier.
Por ejemplo, en el autorretrato que veis a la derecha del post, pintado en 1828 a la edad de 35 años, podéis apreciar la caracterización precisa de la cara humana, la meticulosidad con la que se describen todos los detalles y lo refinado de las texturas. Lo podéis ver en el museo del Belvedere.
Pero digo que no fueron los paisajes lo que hicieron que Waldmüller pasara a la eternidad, sino que fue un retrato en concreto: el que pintó en 1823 de Ludwig van Beethoven, el cual sirvió de base a Lazarus Sichling, un grabador de acero, para realizar el grabado más conocido del músico. Este es el retrato:
Y aquí os dejo algunos cuadros más de Waldmüller, para que os hagáis una idea de su estilo.
Quizás Waldmüller no es tan conocido hoy como lo fue en su época, pero eso no quiere decir que no fuese un gran artista y un revolucionario que dedicó su vida a romper con los cánones establecidos.