Mmmmmh!! Kaiserschmarrn!! Este es un delicioso postre austríaco al que yo definiría como un crep enorme hecho pedazos. Su nombre tan difícil de pronunciar, significa «Disparates del emperador» (Kaiser = Emperador, Schmarrn = disparates) y se llama así porque fue un antojo del Emperador Francisco José. Una noche, de repente, el emperador quiso un postre y, el cocinero, con los ingredientes que tenía en la cocina, se inventó en un momento este sencillo plato basado en la leche. En realidad, lo bautizó como Käser Schmarrn (Disparates de queso), pero el emperador, quizá por su egocentrismo, oyó «Kaiser»schmarrn. Y así se quedó el nombre.
Este dulce es muy común en Austria, aunque también se extendió por Alemania y la República Checa. Se sule comer como postre, para merendar e incluso como cena.
Prepararlo es muy sencillo. Para dos personas:
Ingredientes
5 huevos
250 gr. de harina
80 gr. de azúcar
150 ml. de leche
150 gr. de mantequilla
Pasas
Sal
Preparación:
1. Separa las claras de los huevos y llévalas a punto de nieve junto con el azúcar. Hacer merengue, vaya.
2. Mezcla en otro bol la harina, la leche y la sal. Agrega las claras a punto de merengue y las pasas previemante remojadas en agua caliente, para que se ablanden (las pasas son opcionales).
3. Engrasa una sartén con mantequilla y echa toda la masa. Lo ideal es que quede como de 1 cm de espesor. Cuando ya esté doradito por debajo, hazlo trozos con una cuchara de madera. Tiene que quedar semi destrozado y que se dore por todos los lados. Y ya está.
Para servirlo, puedes echar azúcar por encima o acompañarlo con mermealda, nocilla, miel… lo que quieras!
Vaciar la masa en la sartén con la manteca caliente, dándole un espesor de m/m 1 cm. Cuando un lado esté ya levemente dorado, cortar con dos tenedores en pedazos más pequeños, terminando de dorar por todos los costados.
¿Y en qué momento utilizamos la mantequilla?
La mantequilla la usamos para engrasar la sartén y así no se pegue la masa.