La Iglesia de los Capuchinos, la Kapuzinerkirche, fue construida bajo el mandato del emperador Fernando II en el s. XVII, con el propósito de dar sepultura a los miembros de la casa imperial en su cripta. Por lo tanto, esta iglesia es más conocida por ser la Cripta Imperial, en alemán, la Kaisergruft.
A pesar de su fachada austera y su sencillo interior, la iglesia es de estilo barroco, y se llama Iglesia de los Capuchinos porque en la fachada hay una estatua del capuchino Marco d’Aviano, impulsor de la defensa contra los turcos en 1683.
La cripta está formada por un conjunto de salas subterráneas en las que se guardan los sarcófagos y las urnas de 146 miembros de la casa de Habsburgo, de los cuales 12 son emperadores y 19 son emperatrices y reinas. Los féretros de la Kaisergruft son verdaderas obras de arte que muestran el poder de los personajes que están en su interior. Algunos de los más destacados son el de María Teresa, los de Francisco José I o el de Sisi.
Pero, por extraño que parezca, en la Cripta de los Capuchinos sólo descansan los cuerpos de la realeza. Los corazones están en Augustinekirche y los intestinos, el cerebro y un par de órganos más, están en Stephansdom, la catedral.
El horario de visita es:
Todos los días de 10:00h a 18:00h.
Tarifas:
Adultos: 5€
Tercera edad y estudiantes: 4€
Niños hasta 14 años: 2€
Si quereis más información, la página de Wikipedia en español está muy bien y explica muchos detalles interesantes. Clicad en: Cripta Imperial de Viena