Ostmarkt, una palabra horrible que me hace estremecer pero que en Viena todos se empeñan (con razón) en recordar para no olvidar. Ostmark es el nombre que recibió Austria durante el tiempo que estuvo anexionada con Alemania durante el régimen nazi. Pero pongámonos en antecedentes: todo empezó cuando el ejercito nazi entró en Austria el 12 de marzo de 1938, anexionando Alemania y Austria (el famoso Anschluss) dando un sonado golpe de estado, derribando a las fuerzas políticas austríacas que se oponían a la Anexión y clamaban por su independencia y empezando así la Segunda Guerra Mundial.
El falso rumor de que Hitler anexionó Austria y Alemania por decisión democrática
El país que hasta ese momento fuera Austria fue dividido por Hitler en 7 reichsgau (provincias), cambiando sus provincias anteriores, anexionando unas con otras y dividiéndolas a la conveniencia del regimen nazi. Las fuerzas internacionales no hicieron casi nada para evitarlo, sólo presentaron protestas diplomáticas pero sin intentar una oposición clara y frontal al régimen. Así, Austria dejó de ser un país para convertirse en una provincia de Alemania, la provincia de Ostmark. Y quiero aclarar en este post la falsa idea que corre desde siempre de que la anexión fue una decisión electoral, que Hitler fue elegido por los austríacos democráticamente. Sí, es verdad que se celebró un referéndum en el que casi el 100% del electorado (concretamente un 99,73%) votó a favor de la Anexión de Austria con Alemania, pero hay que aclarar que el voto NO era secreto: los votantes tenían que rellenar su voto delante de los oficiales de las SS, dándoselos a ellos en mano en lugar de meterlos en las urnas electorales. Nunca hubo posibilidad de hacer una campaña a favor del «No» y, para más inri, las papeletas electorales (como podéis ver en la imagen) tenían un círculo enorme en la opción del «Sí» y uno pequeñito para la opción del «No», por si a la población no le había quedado suficientemente claro.
Así, Austria vivió siendo Ostmark hasta 1945, hasta el final de la Segunda Guerra Mundial. 7 años de opresión y pérdida de su identidad que han marcado a este país y a sus ciudadanos en lo más profundo.
Los austríacos, como os he dicho, no olvidan ni quieren hacerlo, ya que para muchos olvidar es correr el riesgo de volver a cometer los mismos errores. Para otros, olvidar es perdonar.
No están dispuestos a ello.