Simon Wiesenthal, cazador de nazis

Simon Wiesenthal

Simon Wiesenthal

Simon Wiesenthal (Buczacz, Imperio Austrohúngaro, en la actual Ucrania, 31 de diciembre de 1908 – Viena, 20 de septiembre de 2005), es uno de los personajes más estimados por los ciudadanos de Viena y por el mundo en general.
Wiesenthal, graduado como arquitecto, fue prisionero en el campo de concentración de Mauthausen-Gusen durante más de 4 años, durante la Segunda Guerra Mundial, por ser judío. Al salir, se impuso una misión: encontrar a todos los nazis para que fueran juzgados.

Dedicó la mayor parte de su vida a localizar e identificar a los criminales de guerra nazis que se encontraban fugitivos, para así llevarlos a la justicia y que sus crímenes no quedaran impunes. Su lema siempre fue «Justicia, no venganza»
Vivía y tenía su oficina en el barrio judío de Viena, en un pequeño piso en Judenplatz. Desde allí logró encontrar y llevar a juicio a más de 1.100 nazis refugiados en todo el mundo. Pudo descubrir a muchos de ellos, debido a que durante su reclusión en el campo de concentración pudo hacerse con los nombres de muchos oficiales nazis que estaban allí. Trabajó recogiendo información para los juicios que más tarde se celebrarían y serían tan importantes para la historia de la humanidad: los juicios de Núremberg.

Imagen de los juicios de Núremberg

Imagen de los juicios de Núremberg

Cuando estos acabaron, Wiesenthal no dejó la misión que se había propuesto, sino que siguió buscando a los criminales y ayudando a los afectados por la Guerra.
Él fue quién atrapó a Adolf Eichman, el principal ingeniero de la Endlösung (la «solución final», en español). Este nazi planificó la deportación y ejecución de los judíos europeos y, después de la Guerra, se escondió en Buenos Aires. Allí, gracias a Wiesenthal, fue capturado por el Mosad, trasladado a Israel y sentanciado a muerte.

Wiesenthal también atrapó o ayudó a capturar a muchos otros criminales de guerra nazis, como por ejemplo Franz Stangl, comandante de los campos de concentración de Treblinka y Sobibor; Josef Schwammberger, comandante del gueto de Przemysl; Hermine Braunsteiner, supervisora del asesinato de cientos de niños durante la guerra, y un largo etcétera.
También fue muy sonado cuando descubrió en 1989 que Kurt Waldheim, presidente de Áustria y ex secretario general de la ONU, había colaborado con los nazis. De hecho, Wiesenthal ha investigado a fondo a todos los políticos austríacos que han ido pasando por el gobierno y ha desenmasacarado a más de uno como colaborador o seguidor de los nazis.
Wiesenthal falleció en Viena en 2005, a la edad de 96 años. Tras él ha dejado varios libros explicando como cazó a los nazis y varias biografías. Un par de ellos, por si estáis interesados en leer como lo hizo, son: Los límites del perdón: dilemas éticos y racionales de una decisión o Max y Helen: el Holocausto y una historia de amor.
También existen varias películas sobre su vida, como Murderers Among US: The Simon Wiesenthal Story (en español, Asesinos entre nosotros: la historia de Simon Wiesenthal), del director Brian Gibson; el documental alemán Holokaust (Holocausto), de Friederike Dreykluft y Maurice Philip Remy o el documental The Art of Remembrance (El arte del recuerdo), de Hannah Heer.

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