El Monasterio de Klosterneuburg es uno de los centros sagrados y culturales más significantes de Austria. Situado, como su nombre indica, en Klosterneuburg, en Baja Austria, está a solo 12 km de Viena. Solo le separan de la capital las colinas de Kahlenberg y Leopoldsberg. Si os recuerda un poco a El Escorial de Madrid no vais desencaminados, ya que alrededor de 1739 Carlos VI encargó modificarlo para que se pareciese al emblemático monasterio español y decidió habitar en él, creando unas magnificas estancias que se pueden visitar hoy en día.
Fue construido en 1114 gracias al marqués Leopoldo III, quien está enterrado bajo su altar y que, en 1485, fue santificado por el Papa Bonifacio, convirtiéndose en San Leopoldo, el patrono de Austria. Es interesante ver ese altar sobre el que está enterrado, llamado “Altar de Verdun“, la obra de arte de este género mejor conservada de la Edad Media. Fue construido en 1181 por Nicolás de Verdún, y es una obra realmente espectacular, compuesta por 51 tablas esmaltadas en 3 líneas horizontales.
El monasterio de Klosterneuburg también alberga la explotación vinícola más antigua y más grande de Austria. Por ello, ofrecen catas y venden su vino en la vinoteca del monasterio. Las instalaciones de la bodega, construidas en el siglo XII, llegan a los 36 metros de profundidad y se extienden en 3 alturas.
Y, desde mayo de 2011, El Birrete Archiducal, la “corona sagrada” de Austria, se expone en la nueva Cámara del Tesoro del monasterio, así como los legendarios velos de Agnes, valiosas vestiduras litúrgicas y los utensilios de marfil que usaba San Leopoldo para escribir.
El acceso al monasterio cuesta 9€ y por 2€ más os hacen una visita guiada de 1hora (con la tarjeta Viena Pass podéis entrar gratis). Tienen audioguías en 14 idiomas distintos. Para llegar, se puede ir con la linea de metro U4 hasta Heiligenstadt y ahí coger el autobús 400 o 402 hasta la parada Klosterneuburg Stiftsgarten. Cómo llegar
Su web es: www.stift-klosterneuburg.at
Si queréis hacer una excursión a las afueras de Viena, el monasterio de Klosterneuburg es una buenísima opción.