El Topfenstrudel es un dulce típico del antiguo Imperio Austrohúngaro. Es una tarta de queso rellena de queso quark (en dialecto austro-bávaro Topfen) que tiene forma de rollo.
Es un «Strudel» (en alemán «remolino») tan famoso en Austria como el Apfelstrudel, el mítico pastel de manzana!
Se suele servir con una salsa de vainilla de sabor muy parecido a unas natillas líquidas y su relleno, el queso quark o «Weißkäse» («queso blanco») es un queso batido de sabor un poco ácido. Este queso se elabora con leche de vaca y es muy parecido al queso fresco o requesón. Es muy usado en la cocina austríaca, en Alemania y en los Países Bajos, así como en países de Europa Central, como Polonia.
Para preparar el Topfenstrudel podéis hacer vosotros mismos la masa o comprar pasta de filo ya hecha en el supermercado. La receta que os dejo aquí es con pasta comprada.
Ingredientes
2 paquetes de pasta filo
50 g de mantequilla sin sal
40 g de azúcar
2 yemas de huevo
250 g de queso quark
65 ml de crema agria
Un poco de cáscara de limón (una cucharadita)
2 claras de huevo
50 g de pasas, si te gustan
Preparación
Bate las claras de huevo hasta que estén al punto de nieve.
Bate la mantequilla hasta que quede «esponjosa» (debe estar a temperatura ambiente, pero no líquida).
Agrega todos los ingredientes restantes a la mantequilla (es decir: el azúcar, las dos yemas de huevo, el queso quark, la crema agria, la ralladura de limón y las pasas). Añade las claras de huevo al punto de nieve con mucho cuidado al final.
Coloca la primera capa de pasta filo en un paño grande y, con una brocha, pon una capita de mantequilla por encima. Luego, pon una segunda capa de pasta filo encima y, nuevamente, cubre con una cucharadita de mantequilla. (Si tienes más de dos capas, haz lo mismo con las otras.)
Vierte dos tercios del relleno en la masa y dobla en los bordes. Con la ayuda de la tela, rueda el strudel y ve añadiendo el relleno restante.
Mételo en el horno durante 45-60 minutos a una temperatura media y sácalo cuando veas que está doradito.
Ya ves que no es difícil de hacer y que la preparación en sí no son más de 10 minutos!
Pasado el tiempo de cocción, podéis servirlo con salsa de vainilla, con helado, con nata montada… Está riquísimo de todas las maneras!
Espero que disfrutéis de esta tarta auténticamente imperial!